De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), cerca del 43% de las personas con depresión son obesas, comparado con un tercio de la población general. Asimismo, indican que las personas que son obesas tienen 55% más probabilidades de estar deprimidas, y las personas con depresión, 58% más de desarrollar obesidad, según un estudio de 2010.

De acuerdo con el Dr. Guihovany García, especialista en Cirugía General de la Universidad Nacional de Colombia, y certificado en Laparoscopia Avanzada y en Cirugía Metabólica y de la Obesidad con la Universidad Nacional del Nordeste de Argentina, los pacientes con sobrepeso y obesidad frecuentemente presentan síntomas de ansiedad y depresión.

¿Cuáles son las principales causas de la depresión en personas obesas?

Las razones pueden ser diversas, pero entre las principales se encuentran:

• Deterioro en la calidad de vida.
• Insatisfacción con la imagen corporal.
• Los problemas en las relaciones de afectivas.
• Problemas para conseguir trabajo o sostenerlo.
• Problemas en el entorno familiar.

De acuerdo con las cifras de los CDC, en la comunidad hispana el 39% de los hombres y el 45% de las mujeres son obesos.

¿A qué se deben las elevadas cifras de obesidad?

De acuerdo con la American Phychological Association (APA), las causas de la obesidad difícilmente se limitan a factores genéticos, las verdaderas razones son comer en exceso, y llevar un estilo de vida sedentario.

Por otro lado, nuestras acciones son el resultado de cómo pensamos y nos sentimos. Por ejemplo, sentir tristeza, ansiedad o estrés a menudo llevan a las personas a comer más de lo normal.  

Pero hay que tener en cuenta que cuando este tipo de emociones no se controlan a tiempo, pueden ocasionar problemas a largo plazo, como la obesidad, y a su vez la depresión, la ansiedad y los trastornos de la personalidad.

¿Cómo enfrentar este problema?

Entre las recomendaciones de la APA, para enfrentar la obesidad, se requiere adoptar nuevos hábitos que fomenten un estilo de vida saludable, la ideal es hacerlo progresivamente, incorporar pequeños cambios en la dieta o patrones de actividad e ir aumentando con el tiempo. Haciendo cambios radicales no solo se corre el riesgo de empeorar la situación de salud, sino también a pasar por alto actitudes y problemas emocionales que son los principales factores que causaron la obesidad.

El primer paso es acudir al médico y en conjunto con otros profesionales de la salud ayudarán a desarrollar un plan saludable para perder peso que incluya buenos hábitos alimenticios y actividad física frecuente. El psicólogo deberá hacer parte del proceso y ayudará a resolver los aspectos emocionales, tales como el estrés, la depresión, o las experiencias que causaron el aumento de peso.