Mes del orgullo LGBTIQ+: el valor de ser y amar sin miedo

En junio se conmemora alrededor del mundo el orgullo de hacer parte de la comunidad LGBTIQ+, destacando la lucha, durante décadas, de miles de personas por ser aceptados sin prejuicios.

En este mes se rinde un homenaje para recordar a quienes han combatido por mostrarse como son, por cambiar un mundo intolerante, por abrir un espacio a todo tipo de diversidad, y por buscar igualdad de condiciones y derechos para todos.

Esta celebración concebida como un espacio de fiesta, color, celebración y libertad de expresión, tiene el objetivo de alzar la voz por un mundo donde no exista temor por expresar la diversidad sexual, y de inspirar a muchas personas a presentarse ante la sociedad con libertad.

Donde empezó el orgullo

El 28 de junio de 1969, después de que la policía allanara el bar Stonewall Inn, ubicado en Greenwich Village en Nueva York, con la resistencia de los clientes que no querían ser arrestados, estallaron los disturbios de la comunidad Queer cansada de sufrir acoso por parte de la autoridad, pues en esa época los “actos homosexuales” eran considerados ilegales.

Este acto de resistencia, transformó la historia y marcó el inicio de un movimiento, que después tuvo su primer desfile del orgullo, con el fin de exigir sus derechos, y que llevó a miles de personas a empoderarse de su sexualidad e identidad.

Carolina Peña nos relata como este día es importante para ella y para la comunidad, porque se conmemora la lucha que han emprendido desde 1969 por la defensa de sus derechos y libertades, sobre todo por “el grito desesperado de decirle al mundo: aquí estamos y vamos a resistir. En el día del orgullo se celebra poder ser sin miedo”.

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“Aunque en una sociedad como la colombiana sea una tarea casi imposible, celebramos la lucha de poder salir a las calles de la mano con nuestras parejas sin ser discriminadas o violentadas, poder darnos un abrazo”.

Pero más que celebrar es recordar a todas las personas que por ser ellas mismas, las han asesinado, discriminado o violentado, “me hace sentir orgullosa de lo resistentes que somos, a pesar de que el mundo se nos venga encima”.

“Me enorgullece la visibilidad que estamos teniendo en espacios de política, cultura, arte, etcétera, ser lo que somos no nos hace ser menos competitivos y dejar de ser buenos en lo que hacemos y ejercemos”, culmina Peña.

Un espacio de aceptación y reconocimiento

Cada 28 de junio, cientos de personas salen a marchar para conmemorar el orgullo LGBTIQ+, una fecha para recordar cómo comenzó esta lucha, que lleva años, y como un llamado a dejar a un lado el odio, la discriminación, y, al contrario, a asumir la diversidad.

“Aceptar que todos nuestros cuerpos y nuestras voces son diferentes, pero que nuestro amor es igual al de las demás personas. Nuestro orgullo es marchar sin miedo, sin prejuicios, con la libertad y con la fe de que algún día contaremos con la garantía plena de nuestros derechos”, expresa Gustavo Patiño.

Avances para una sociedad libre de tabúes

Luisa Villoria resalta como desde Stonewall Inn hasta las nuevas leyes, se han generado poco a poco espacios que han permitido que la comunidad LGBTIQ+ se sienta representada y aceptada en su diversidad, pero que todavía falta progresar más.

“El Mes del Orgullo es la demostración de que sí se pueden dejar de lado todos esos pensamientos tóxicos y represivos, y que, aunque no tengamos todo resuelto es un paso enorme a una sociedad libre”.

Asimismo, destaca que se debe seguir luchando por el sueño de tener “una sociedad totalmente libre de discriminación, y que tanto dentro como fuera de la comunidad se pueda vivir sin prejuicios o tabúes, donde se celebren todos los tipos de cuerpo, de amor, de vida, dejando atrás está hegemonía impuesta qué tanto daño nos ha hecho”.

Una fecha para recordar el legado

Melisa Sanmiguel considera que hay muchas razones para conmemorar este día, pero entre los aspectos más importantes está el reconocer y recordar todas las reivindicaciones en materia de derechos para la población diversa todo lo que se ha logrado a través de los años, y lo que falta aún por hacer y por construir.

“Muchas personas aún en este 2022, siguen siendo señaladas, perseguidas e incluso torturadas por ser quienes son y por amar a quienes aman. Aunque yo hoy puedo celebrar mi identidad sexual no siempre fue así debido a diferentes estigmas sociales, familiares y religiosos, viví mi infancia, adolescencia y gran parte de mi vida adulta sintiéndome avergonzada, culpable y odiando lo que era”, señala.

Estos sentimientos según expresa, desembocaron en depresión y ansiedad, emociones con las que muchas personas podrían sentirse identificadas, “y es por cada una y cada uno de ustedes que hoy celebramos el orgullo, para que podamos todos amar y ser genuinamente quienes somos, sin miedo en nuestras casas, en las calles y en nuestro país”, declara Sanmiguel.

¡Feliz mes del orgullo para todos y para todas!