Incontinencia urinaria: ¿cómo evitarla?
Aunque cualquier persona independientemente de su edad puede sufrir de incontinencia urinaria, esta afección es más común en las personas mayores.
De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra, la incontinencia urinaria es una patología que afecta tanto a hombres como mujeres, suele estar relacionada con la edad, y sus causas son diversas. Esta patología impacta de manera significativa la calidad de vida de los pacientes.
Entre sus causas se encuentran: la edad, embarazos y partos y obesidad, cirugías previas entre otras causas.
¿Cuáles son las causas de la incontinencia?
Como lo afirma el Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos, las causas de la incontinencia son diversas. Algunas de estas son:
- Infecciones en el tracto urinario.
- Infección vaginal o irritación.
- Estreñimiento.
- Medicamentos que pueden causarle problemas de control de la vejiga que duran poco tiempo.
En los casos en que la incontinencia dura más de lo estimado puede ser por las siguientes causas:
- Músculos débiles de la vejiga.
- Músculos hiperactivos de la vejiga.
- Daño a los nervios que controlan la vejiga causada por enfermedades como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson.
- Bloqueo en la vía urinaria por una próstata agrandada en los hombres.
- Enfermedades como la artritis que podrían causar dificultad para llegar al sanitario a tiempo.
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¿Cómo se hace el diagnostico?
Entre los exámenes que el especialista ordenará están:
- Exámenes de orina y sangre.
- Exámenes que miden qué tan bien se vacía la vejiga.
El médico también podrá pedirle al paciente que escriba un diario para anotar las veces que orina y las veces que gotea orina. Asimismo, el médico general también podrá remitirlo a un urólogo, que es quién se especializada en el tracto urinario.
Tipos de incontinencia
Entre los tipos de incontinencia se encuentran identificados por los expertos del Instituto se encuentran:
Incontinencia por esfuerzo: sucede cuando se pone presión en la vejiga, por ejemplo, al hacer ejercicio, toser, estornudar, reírse o al cargar objetos pesados. Es una afección común en mujeres jóvenes y de mediana edad, que podría comenzar cerca de la menopausia.
Incontinencia por urgencia: ocurre cuando la persona retiene mucho la orina, y cuando recuerda ir al baño ya ha goteado demasiado. Este tipo de incontinencia le sucede generalmente a personas que sufren de diabetes, Alzheimer, de la enfermedad de Parkinson, de esclerosis múltiple o de un ataque cerebral.
Incontinencia por rebosamiento: cuando una vejiga siempre está llena, pequeñas cantidades de orina gotean. Por ejemplo, un hombre puede tener este problema si su próstata está agrandada y bloquea la uretra, entre otras causas.
Incontinencia funcional: ocurre en personas que simplemente tienen un problema en llegar al sanitario debido a enfermedades como la artritis o a otros trastornos que les impide moverse con rapidez.
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¿Cuál es el tratamiento?
En la actualidad hay muchos tratamientos para combatir la incontinencia, los más comunes según el Instituto son:
Ejercicios de Kegel: este tipo de ejercicios adiestran los músculos que usted utiliza para parar de orinar. Fortalecer estos músculos le ayudará a contener la orina en su vejiga por más tiempo.
Biorretroalimentación: este método utiliza sensores que ayudarán a reconocer las señales del cuerpo y así recuperar el control sobre los músculos de la vejiga y uretra.
Ir al baño en horarios determinados: poniendo una alarma por ejemplo cada hora y combinando los métodos anteriormente mencionados se puede evitar la incontinencia por urgencia o por rebosamiento.
Cambios en el estilo de vida: pequeños cambios podrían beneficiar a los afectados por esta condición, como: bajar de peso, dejar de fumar, evitar el alcohol, beber menos café o cafeína. O evitar esfuerzos como cargar objetos pesados.
REDACCIÓN CANAL INSTITUCIONAL