Día del Trabajo en Colombia: origen, marchas y cambios que ha impulsado esta fecha
Foto tomada de: Alcaldía de Bogotá
Cada primero de mayo se conmemora y se honra la memoria de nuestros antecesores que buscaron mejores condiciones laborales, pero también continuamos con su legado en medio de la lucha por tener mejores garantías de trabajo.
El trabajo es un derecho que tiene toda persona, sin embargo, en medio de las labores que desarrolla, también debe contar con condiciones equitativas, en las cuales se respete su salud, descanso y dignidad; un concepto que ha impulsado durante años una lucha por construir espacios más seguros, con salarios más justos y jornadas dignas.
Desde el siglo XIX, en medio del rápido avance industrial que vivía el mundo, la sociedad de la época era testigo del desarrollo social y económico que requería de mayor mano de obra, por lo tanto, mientras crecía la oferta de empleos, aumentaban los abusos, las jornadas extenuantes y salarios bajos, impulsando enfrentamientos y huelgas en favor de una mejor calidad de vida laboral.
Por ello, el Día del Trabajo no solo honra a quienes han participado de esa lucha por defender los derechos de los trabajadores, sino que sigue promoviendo cambios que permitan construir una sociedad, donde tener un empleo no implique dejar a un lado otros aspectos que también hacen parte de la vida y del bienestar de una persona.
Hoy, recordamos junto a Valentina Mena Castro, historiadora y Magister en Archivística Histórica y Memoria, las causas que impulsaron la conmemoración del Día del Trabajo, la importancia de las marchas y los cambios que ha fomentado esta fecha en la garantía de mejores condiciones para quienes son empleados.
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¿Por qué el primero de mayo se celebra el Día del Trabajo en Colombia?
El primero de mayo de cada año se conmemora en muchos países del mundo el Día del Trabajo, también conocido como Día Internacional de los Trabajadores, el cual recuerda los movimientos obreros y las luchas por acceder a condiciones laborales más justas, que se llevaron a cabo durante el siglo XIX.
Los primeros vestigios del Día del Trabajo se remontan a Estados Unidos, donde se realizaron una serie de huelgas para exigir que se cumpliera lo promulgado a través de la Ley de Ingersoll, la cual establecía una jornada laboral de ocho horas, que le permitía a los trabajadores tener tiempo para descansar, estar con sus familias y disfrutar de sus hobbies.
“El Día del Trabajo tiene sus raíces en eventos históricos como la revuelta del Haymarket en 1886 en Chicago, Estados Unidos, donde los trabajadores luchaban por condiciones laborales justas, incluida la jornada laboral de 8 horas”, destaca Mena.
A partir de este suceso y otros similares, se instauró la idea de “conmemorar el primero de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores, debido a su conexión con la lucha obrera y la memoria de quienes lucharon”, continúa.
Retornando a tierras nacionales, en nuestro país, según explica Mena, tenemos la ‘Fiesta del Obrerismo’, un evento histórico celebrado el primero de mayo de 1914 en Bogotá, que reunió a miles de personas de distintos sectores y gremios para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores, expresar sus demandas y exigir mejoras en las condiciones laborales.
“En un contexto donde era creciente la conciencia obrera y las luchas laborales, este evento sirvió como una plataforma para la unidad de los trabajadores y para visibilizar sus demandas ante el gobierno y la sociedad en general”, indica la historiadora.
Durante la ‘Fiesta del Obrerismo’ se desarrollaron marchas, discursos, actos culturales y actividades de solidaridad entre los participantes mientras exigían mejores condiciones de trabajo, salarios más justos, jornadas laborales dignas, y el reconocimiento de los derechos laborales fundamentales.
“Además, este evento posteriormente sirvió para fortalecer la organización sindical, y para promover la solidaridad y la unidad entre los trabajadores”, agrega.
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¿Por qué el Día del Trabajo se realizan marchas?
En Colombia, el Día del Trabajo suele ser conmemorado con marchas que son empleadas con diferentes propósitos, como una forma de visibilizar las demandas actuales de los trabajadores, destacar los desafíos que enfrentan, y reclamar cambios profundos en las condiciones laborales y salariales que ofrecen las empresas y empleadores.
“Entonces, por ejemplo, tenemos la reivindicación de los derechos laborales con el fin de exigir respeto y la garantía de los derechos fundamentales como los salarios justos, las jornadas laborales dignas, las condiciones de trabajo seguras y saludables, y el acceso a seguridad social”, detalla Mena.
Además, según señala, las manifestaciones en esta fecha sirven para elevar la voz en modo de denuncia frente a la precarización laboral, caracterizada por el incremento en la informalidad, la tercerización, la falta de estabilidad laboral y otros problemas que afectan la calidad de vida de los trabajadores.
“Las marchas sirven para denunciar estas situaciones y demandar medidas para combatirlas, pero también son una muestra de la solidaridad y la unidad obrera, donde todos los trabajadores colombianos que salen a las calles se unen para enfrentar de manera colectiva los desafíos y las injusticias que tienen en el ámbito social y laboral”, resalta.
Igualmente, Mena destaca que las marchas han sido empleadas como un mecanismo de protesta contra las políticas laborales injustas, las cuales llegan a afectar negativamente a los trabajadores, reduciendo sus derechos o favoreciendo la precarización del empleo.
De acuerdo con Mena, las marchas y manifestaciones han contribuido en la generación de cambios significativos en la legislación laboral, “por ejemplo, se han promulgado leyes que protegen los derechos de los trabajadores, establecen estándares mínimos de condiciones laborales, regulan las horas de trabajo y garantizan la seguridad”.
No obstante, aunque hemos avanzado en el reconocimiento de aspectos como la igualdad de género, la protección de grupos vulnerables en el mercado laboral, y la reducción de las jornadas de trabajo, comparados con otras épocas, cabe precisar que aún falta un camino muy largo por recorrer con respecto a estos mismos temas.
Nazlhy Viviana López