Video: El rol de los desminadores humanitarios en Colombia para la construcción de paz
La desgarradora historia de una víctima de una mina antipersonal y una mirada a los retos que enfrentan los desminadores humanitarios en Colombia, este domingo en ‘Conversemos en Paz’.
Los conversadores
Luis Fernando Ramos
Enero 9 de 2011. Vereda Las Flores, municipio de Cumaribo (Vichada). Luis Fernando Ramos, un quindiano de 38 años, esposo y padre de dos hijos, se dirigía a recoger un mercado y decidió desviarse del camino y, como si el destino estuviera esperando por él, se topó con una mina antipersonal. Su vida cambió en aquella milésima de segundo de la explosión. Su cuerpo, que sirvió de parachoques, sufrió las consecuencias del conflicto armado en Colombia.
Luis, que días antes trabajaba con galpones de pollo y pasaba sus días en cultivos de plátano, yuca y maíz, debió trasladarse a la ciudad, mientras las fracturas de su cuerpo sanaban y sus esperanzas, casi deshechas, renacían gracias a la labor de la Unidad de Víctimas y la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonales.
Natalia Puentes Montoya
“Gracias Edgar Luis por ser Batman, o Superman, o Linterna Verde…Gracias por ser un héroe, y mucho ánimo así la noche parezca muy oscura…”, así finaliza la carta que Natalia Puentes, una politóloga colombiana de 30 años de edad, escribió para el Sargento Edgar Luis Martínez Galeano, quien se encarga del desminado humanitario en los campos colombianos.
Esto como parte de la iniciativa ‘Cartas a un desminador humanitario’, de la Dirección para la Acción Integral contra Minas, de la Presidencia de la Républica, que busca que los colombianos envíen mensajes de felicitación y aliento a quienes, día a día, luchan por evitar que personas como Luis Fernando Ramos sean víctimas de una mina antipersonal.
Una labor que para ella es constructora de paz. “Formular proyectos es relativamente fácil si se compara con la ejecución de los mismos y por eso la carta al desminador”, cuenta.
Marleny Álvarez
Víctima del desplazamiento forzado y testigo de las secuelas de la violencia en el país. Decidió convertir su experiencia en una oportunidad para ayudar a los campesinos que, como ella, sufren la incertidumbre de caminar por campos minados.
Trabaja para The Halo Trust – la organización de desminado humanitario más grande y antigua del mundo- como Supervisora de Desminado, desde 2013.
“Cada día estoy contribuyendo a la paz de mi país. Es una alegría y satisfacción saber que mi trabajo beneficia a muchas comunidades”, afirma.
Sargento Segundo William Giovanni Garzón Munar
Lleva 13 años en el Ejército Nacional, seis de ellos en el Batallón de Ingenieros de Desminado (BIDES).
Tiene reconocimientos como líder y supervisor nacional en tareas de desminado humanitario, en los departamentos del Tolima, Caldas, Meta y Antioquia.
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