“No quiero pedirles a los colombianos que confíen en la paz a ciegas”: Humberto de La Calle
Así lo aseguró el jefe del equipo negociador del Gobierno, tras la firma del Acuerdo Final de las negociaciones entre las Farc y el Gobierno Nacional, desde La Habana (Cuba).
En declaración conjunta, los jefes de los equipos negociadores del Gobierno colombiano y las Farc, Humberto De La Calle e Iván Márquez, respectivamente; y los representantes de los países garantes, Rodolfo Benítez (Cuba) y Dag Nylander (Noruega), anunciaron el fin del conflicto interno armado en Colombia, tras más de 50 años de enfrentamiento.
“Hemos llegado a un Acuerdo Final, integral y definitivo”, aseguró Dag Nylander, garante de Noruega, en la lectura del Acuerdo Final, firmado el 24 de agosto de 2016. Según el documento, “la suma de los acuerdos que conforman el Acuerdo Final contribuyen a la satisfacción de derechos fundamentales”, así como los derechos de las víctimas del conflicto a la verdad, la justicia y la reparación. Y su fin es garantizar “la no repetición de la tragedia del conflicto armado interno”.
Se trata, entonces, según el documento oficial, "de construir una paz estable y duradera, con la participación de todos los colombianos y colombianas", con especial énfasis en los pueblos indígenas, mujeres, niñas, niños, adolescentes y, por supuesto, las víctimas del conflicto armado interno.
Además, busca fortalecer la democracia en todo el territorio nacional, con el fin de que los conflictos sociales se tramiten por las vías institucionales y con plenas garantías para quienes
participen en política.
Lea el documento completo del Acuerdo Final, aquí.
El Acuerdo Final se compone de seis puntos:
1. Acuerdo “Reforma Rural Integral”, "que contribuirá a la transformación estructural del campo, cerrando las brechas entre el campo y la ciudad y creando condiciones de bienestar y buen vivir para la población rural".
2. Acuerdo “Participación política: Apertura democrática para construir la paz”. Este busca "una ampliación democrática que permita que surjan nuevas fuerzas en el escenario político, para enriquecer el debate y la deliberación alrededor de los grandes problemas nacionales.
3. Reúne los puntos “Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas”, “Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil –en lo económico, lo social y lo político- de acuerdo con sus intereses” y “Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores y defensoras de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz”.
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4. Acuerdo “Solución al Problema de las Drogas Ilícitas”. Su objetivo es encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, incluyendo los cultivos de uso ilícito y la producción y comercialización de drogas ilícitas.
5. Acuerdo “Víctimas”. Busca garantizar la mayor satisfacción a los derechos de las víctimas del conflicto, por medio de la creación del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición y la implementación de mecanismos judiciales y extrajudiciales.
6. Aquí, se encuentra el Acuerdo “Mecanismos de implementación y verificación” en el que se crea una “Comisión de implementación, seguimiento y verificación del Acuerdo Final de Paz y de resolución de diferencias”, integrada por representantes del Gobierno Nacional y de las FARC-EP.
“La mejor forma de ganarle a la guerra fue sentándonos a hablar de la paz”: Humberto de La Calle
Para el jefe del equipo negociador del Gobierno, “la guerra ha terminado, pero también hay un nuevo comienzo”. Y aseguró que este Acuerdo “abre las posibilidades para empezar una etapa de transformación de la sociedad colombiana”.
De La Calle también afirmó que “vendrán discusiones, ajustes y sacrificios”, por lo que pidió a los colombianos comprensión, altruismo y paciencia, para abrir la puerta a una sociedad más incluyente.
Además, reiteró que la paz es una responsabilidad colectiva y que los ciudadanos no deben solo limitarse “a celebrar el silencio de los fusiles”.
Agregó que, pese a que el acuerdo logrado “no es perfecto”, tiene la certeza de que “es el mejor acuerdo posible”. “Debemos esperar con humildad el veredicto de la ciudadanía”, dijo.
Por otro lado, reiteró que la mesa de negociaciones “no fue un ejercicio de intercambio de impunidades” y que la justicia transicional es parte de un sistema completo que incluye verdad, justicia, reparación y no repetición para las víctimas.
Finalmente, aseguró que "los únicos enemigos del proceso de paz son los que han llenados las redes sociales de falacias y de mitos”, e invitó a los colombianos a darle la oportunidad a la paz.
“El Acuerdo del Fin del Conflicto no tiene dueño”, concluyó.
Por: Ana Lucía Rey González- Equipo Digital Canal Institucional