"La sustitución de cultivos ilícitos es un cambio de vida": campesino
En las veredas de Briceño (Antioquia) la zozobra de que algo malo va a pasar desapareció, sus habitantes caminan con seguridad y trabajan en armonía en proyectos de gran impacto para la comunidad. Ese es uno de los resultados de la implementación del plan piloto de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, que ha unido a la comunidad para la transformación de su territorio.
En este nuevo episodio de Mimbre (el décimo) vea cómo la vida de 68.228 familias, que suscribieron voluntariamente acuerdos con el Gobierno para levantar 51.670 hectáreas sembradas con hoja de coca, se transformó positivamente con inversión y desarrollo gracias a la paz. (Le puede interesar: Mimbre se renueva en su segunda temporada ¡Imperdible!)
"Acá ya hay menos violencia, hay menos dificultad para poder vivir y el café se ha convertido en nuestro medio de subsistencia principal. Estamos contentos", dice Humberto Martínez, beneficiario del programa de sustitución de cultivos ilícitos. (Lea: Corinto (Cauca) y su mundo posible hecho realidad)
Uno de los grandes desafíos del posconflicto es la sustitución, pues entre los retos están cómo transformar el territorio y la formalización de los títulos de propiedad de la tierra de los campesinos, la manera más eficaz para evitar la resiembra de la coca.
Sobre eso, habló Gloria Cecilia Gómez, directora de Mimbre, con Eduardo Díaz, director de la agencia para la sustitución de cultivos ilícitos, quien asegura que frente al fenómeno global del narcotráfico Colombia es apenas una parte muy pequeña del problema.
Por otro lado, en este nuevo capítulo de Mimbre también se podrá conectar con Pasajeros, la serie que trae las historias de Uberney Paz, el taxista que, en medio de los trancones de la ciudad, también recoge enseñanzas y reflexiones. (Así es Pasajeros, un drama de ficción sobre la paz)