“Colombia tiene todo para ser un país muy importante por su cultura”: Juca Ferreira
Foto: Colprensa
Este es el análisis del ex ministro de Cultura brasileño, Juca Ferreira, sobre la posición de Colombia en materia cultural y medioambiental.
João Luiz Silva Ferreira, más conocido como Juca Ferreira, es un sociólogo y político brasileño. En agosto de 2008, el presidente de la República de Brasil, Lula da Silva, le propuso asumir el cargo de ministro de Estado de Cultura, puesto que Juca aceptó.
Posteriormente, tras la reelección de la presidenta Dilma Rousseff, Juca fue anunciado en segundo periodo consecutivo como ministro de Cultura, el 30 de diciembre de 2014.
Su recorrido y experiencia hacen que su opinión y análisis tenga un gran peso sobre la situación cultural y medioambiental en los países latinoamericanos.
En Canal institucional hemos invitado a Juca Ferreira para hacer un análisis sobre la situación de la cultura en Latinoamérica y el estado particular de Colombia en estos temas, además de exponer algunas de sus propuestas para el cuidado del medio ambiente.
¿En qué se basa una política pública cultural?
El fundamento más importante es entender que la cultura es una necesidad humana; hace parte de la condición humana, la producción y la necesidad de una simbolización.
Todo el mundo hace parte de la cultura, por eso yo la trato como una necesidad y como un derecho. Incluso entre los derechos establecidos por las Naciones Unidas se especifican los derechos culturales.
Además de una necesidad y un derecho también debemos ver la cultura como una posibilidad para nuestros países, con la que se podría llegar a construir una superestructura basada en la cultura, fundamental para el crecimiento sano de la sociedad.
Adicionalmente este aspecto cultura ha trascendido para llegar a ser parte de la economía, por lo tanto, al hacer parte de tantas esferas de la sociedad se vuelve en un elemento clave para el fortalecimiento del país.
¿Cuál es la importancia de la cultura dentro del desarrollo de cualquier sociedad?
Cuando hablamos de ‘Cultura’ no podemos referirnos a un tema de izquierda o de derecha. Es fundamental y debe ser prioridad para cualquier gobierno el desarrollo cultural accesible para cualquier persona de manera equitativa.
Aquí es donde entran a trabajar las políticas públicas con las que el Estado puede crear estrategias para llevar la cultura a todos, sin ningún tipo de discriminación, ya que a partir de esta área se despliegan derechos fundamentales como la libertad de expresión, la libertad de información, la posibilidad de circulación de las ideas y hacer parte de la producción de cualquier muestra cultural y artística.
Si se trabaja en estas políticas públicas se podrá garantizar la creación del mejor ambiente posible para el desarrollo pleno de la cultura y de la sociedad de cualquier país.
Si bien es importante dotar a los artistas de herramientas y espacios para desarrollar sus muestras culturales, esta es solo una de las caras dentro del escenario cultural, siendo, desde mi perspectiva, lo más importante la garantía de un acceso igualitario de todos los ciudadanos a la cultura y el arte.
¿Qué retos enfrenta Latinoamérica en afianzar lo cultural?
Yo, como ministro, adelanté diferentes acciones para fortalecer el diálogo y la cooperación entre los diferentes países latinoamericanos, iberoamericanos y africanos de lengua portuguesa para afianzar lo cultural. Sin embargo, considero que podemos trabajar en acelerar la velocidad de estos diálogos.
Además, debemos tener presente que esto no se puede quedar solamente en la palabra o en crear planes, sino llevarlos a la ejecución y llegar a acuerdos con los que se pueda combinar el trabajo colectivo.
Creo firmemente en que se puede crear un mercado común latinoamericano, y quizá iberoamericano, con la participación de los países africanos de lengua portuguesa, para llegar a un trabajo de coproducción cultural.
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Hasta el último día que fui ministro recibimos diferentes reclamaciones de artistas y gestores culturales que aseguraban que desde Mercosur era muy complicado atravesar fronteras con obras de arte que buscaban llegar a distintas exposiciones internacionales.
Identificamos que existía una burocracia gigantesca detrás de esto, como si la estructura política no entendiese aún la importancia fundamental de estimular la libre circulación del arte y la cultura en nuestros territorios.
A nivel Colombia, ¿qué avances tenemos en materia cultural y qué nos falta?
He estado en Colombia en muchas ocasiones y he tenido conversaciones muy interesantes con miembros del Ministerio de Cultura, sobre temas fundamentales.
Luego de la salida del Gobierno de Lula, cuando finalicé mi periodo como ministro de Cultura, entré a trabajar en la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) siendo el encargado de organizar las celebraciones del ‘Año Internacional de los Afrodescendientes’, un evento de la organización de las Naciones Unidas (ONU), teniendo la posibilidad de circular por todos los países de Latinoamérica.
Este evento me permitió visitar numerosas veces a Colombia, como un país importante por tener una población afrodescendiente significativa.
Colombia tiene todo para ser un país culturalmente importante. Considero que los conflictos internos y la violencia han dificultado el desarrollo cultural, político, las relaciones sociales y la vida colectiva.
Cuando finalice definitivamente esta guerra y este hecho deje de ser significativo Colombia va a dar un salto, aunque no de manera espontánea, sino como una construcción contemporánea de la convivencia la vida social y del desarrollo cultural.
Colombia está caminando bien sobre ese aspecto, aunque sea a un ritmo un poco lento, como el resto de América Latina, por lo tanto, creo que debemos acelerar la velocidad de nuestros procesos positivos.
Sin embargo, yo tengo una esperanza muy grande de que Colombia sea uno de los países más importantes de la construcción de un ambiente de cooperación cultural en América Latina.
¿Qué acciones dejó como legado en Brasil para que consideren como un hito su gestión?
Nosotros tuvimos la oportunidad de hacer muchas cosas. Llegamos a comprender que el mundo cultural es muy amplio, diverso, complejo y que era necesario tratar de todo. Nosotros ampliamos el concepto de ‘Cultura’ desde el ministerio de Cultura de Brasil hasta llegar a cambiar la concepción que tenía el presidente Lula.
La cultura es muchísimo más que sólo arte. Desde el punto de vista antropológico, tiene territorios muy bastos, diversos y que en ocasiones no tiene conexión directa con la visión tradicional de arte.
Nuestro punto de partida fue trabajar la cultura desde esa visión amplia y eso fue muy importante para incorporar, por ejemplo, la cultura de los pueblos indígenas, la cultura de los quilombolas, los palenques, la cultura producida desde las periferias, la cultura clásica y los ‘Mass media’.
Empezamos a trabajar ese conjunto de la cultura, teniendo siempre en mente que esta se desarrolla en al menos 3 dimensiones fundamentales: como dimensión simbólica de la sociedad, como derecho y, por último, como una economía.
Las muestras de este arduo trabajo se ven, por ejemplo, desde el área cinematográfica. Cuando Lula llegó al gobierno, Brasil hacía menos de 5 películas al año y hoy está produciendo más de 50, logrando ganar premios en todos los grandes festivales de cine a nivel mundial.
Yo siempre he tenido en mente que, si nosotros como Latinoamérica logramos unirnos para crear un mercado común, incluyendo los países ibéricos, como Portugal y España, además de los países africanos de habla portuguesa, unidos por un sistema de coproducción, fácilmente podríamos ser la mayor potencia mundial cultural.
¿Qué medidas recomienda para la preservación medioambiental de un país como Colombia o Brasil?
Brasil estaba caminando muy bien en su trabajo para detener la destrucción del medio ambiente, logrando avanzar en todos los aspectos Importantes para los indicadores del medio ambiente, pero en este momento está viviendo un momento de crisis con un retroceso muy grande.
El actual gobierno mira hacia la Amazonía y ve riqueza solamente, no ve la posibilidad de conservar la flora de pie con toda su biodiversidad, entendiéndola como elemento base, fundamental para la propia existencia de la vida en el planeta.
Brasil está pasando una crisis muy grande por los incendios y quemas en la Amazonía durante los últimos años, creciendo alrededor de un 36%.
Todo esto debido a que se basan solamente en un pensamiento neoliberal en el que todo se ve como un negocio y no conseguir comprender la complejidad de la vida humana y la necesidad de protección del medio ambiente, aspecto que los actuales dirigentes de Brasil rechazan.
Yo veo una posibilidad de cooperación muy grande entre los países amazónicos, ya que esta no es una labor que funciona si un país está protegiendo y el otro está destruyendo, mientras uno contamina el otro busca acciones para evitar la contaminación.
Es necesaria una cooperación gigantesca, porque el medio ambiente no respeta las fronteras, las cuestiones ambientales tienen un impacto muy grande.
Existen muchos otros aspectos que se deben cuidar porque estamos llegando al límite y el planeta no soportará la continuación de un proceso destructivo. Es necesario tener conciencia y crear restricciones para las diferentes actividades económicas, crear una conciencia colectiva sobre la importancia de no generar basura para preservar nuestra biodiversidad.
ERIKA PULIDO PRADA