¿Indígena, indio o aborigen?: la historia dice cuál es correcto
Foto tomada de redes sociales (@CRIC_Cauca)
En Canal Institucional te contamos la evolución de los términos indígena, indio y aborigen, para saber cuál es la manera correcta de usarlos.
En Colombia contamos con más de 100 pueblos indígenas, en asentamientos a lo largo de todo el país. Más de 1 millón de personas mantienen sus costumbres, protegen su dialecto materno y cuidan sus territorios ancestrales.
En los últimos años, adicionalmente, han iniciado un fuerte trabajo por el reconocimiento de sus derechos plenos, para dar a conocer su historia y volver a ocupar áreas que les fueron arrebatadas desde la época colonial.
Hemos visto su participación activa a través de grupos que se han adentrado en la política y desde la presencia en mingas en sectores como el Valle del Cauca, llegando hasta el centro del país.
Son muchas las luchas que adelantan estas poblaciones, para tener condiciones de vida dignas, para reparar años de injusticias y de violencia, además de resignificar la manera en que se ve a su gente.
En los últimos días, se han compartido imágenes de enfrentamientos entre civiles, policías y miembros de las comunidades indígenas, en las que se puede oír el uso del término ‘indios’ de manera despectiva, ante lo que más usuarios usaron la misma expresión. Esta situación se ha presentado en nuestro país desde hace décadas.
Te puede interesar: Indígenas que tumbaron estatua de Gonzalo Jiménez explican por qué lo hicieron
Para entender un poco más sobre el origen y carga histórica que tiene el uso de los términos indio, indígena y aborigen, hemos consultado a Margarita López, historiadora de Señal Memoria. Conoce aquí lo que nos contó.
¿De dónde radica la mala costumbre de llamar indios a los indígenas?
Cuando llegó Colón a América él llamó a los aborígenes (que sería el término correcto porque significa originario del suelo en el que vive) indios porque pensó que había llegado al territorio de la India, ya que estaba en búsqueda de especias. De aquí resulta en primera instancia la palabra ‘indio’, por el territorio que creían estar y por ende sus habitantes.
“En principio, y durante la colonia, no estuvo mal y no era peyorativo referirse a los indios de esta manera, sino que en los procesos de mestizaje y de organizar socialmente la sociedad colonial se crearon castas y estamentos, en donde los españoles eran los que ocupaban la cúspide de la jerarquía social”, explica Margarita.
Después venían los criollos, que era los hijos de españoles nacidos en el territorio y empieza toda “la mezcolanza”, en donde ahora se dividen entre españoles, criollos, mulatos, mestizos, zambos, negros e indios.
...hacen un llamado a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos para que no se sigan cometiendo estos genocidios en nuestro país #Colombia #ColombiaResiste pic.twitter.com/RymgJjO3UJ
— Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) (@CRIC_Cauca) May 5, 2021
En todo ese proceso de jerarquía y de mezcla cultural, de la que todos nosotros somos producto, empiezan a crearse connotaciones raciales y de supremacía social o racial, en donde los indios no ocupan el primer lugar.
En este punto se conforman las clases sociales, en las que se asume que lo españoles o lo criollo es mejor que ser indio o indígena.
Es importante saber que en la época colonial también existían muchas culturas de indígenas con sus propias jerarquías y sus propias tensiones. Es decir, lo que hacen los españoles es decirles a los aborígenes que estaban en el territorio americano que todos son lo mismo y ha costado mucho trabajo hacer las distinciones justas, reconociendo que cada grupo indígena tiene sus propias características y connotaciones culturales.
“El vocablo indio se crea desde la mirada del blanco, del conquistador del español, hacia el otro y por eso hay una connotación peyorativa. Se vuelve sinónimo de inferior, de personas pobres y de persona inculta. La palabra en sí misma no está mal, sino que se ha dado un proceso en el que se le atañen connotaciones negativas, que hace que la palabra cuando se pronuncia, teniendo en cuenta quien lo pronuncia y la intención con que lo hace, puede llegar a ser un insulto”, afirma Margarita.
Teniendo en cuenta este proceso de evolución del término, la palabra indio sí tiene una connotación despectiva, de la misma manera que la palabra negro, que van adquiriendo ese tinte peyorativo y por tal razón se ha promovido mucho el reemplazar la palabra indio por indígena, como también cambiar negro por afrocolombiano.
Hay que tener presente que ser indio significa ser natural de la India, es decir, que pertenece a la India, mientras muchas personas tienen la confusión y los llaman hindúes, lo cual también es un error. El hindú es una persona practicante de la religión hinduista, pero no todos los indios son miembros de este credo.
Por lo tanto, hay corrientes que llegan a la conclusión de que la forma correcta para llamar a los aborígenes nacidos en Latinoamérica es indígenas.
“Ahora la palabra indígena es una palabra cargada de dignidad o cualidades políticas, donde se está buscando es resaltar el honor de las personas que provienen de este origen y que, además son representantes de su cultura, por lo tanto, es mucho más respetuoso hablar de indígenas que hablar de indios”
Sin embargo, la fundación Fundéu (Fundación del Español Urgente) también plantea que la utilización de la palabra indígena puede ser errónea al ser un tipo de sinónimo de indio.
“Por lo tanto, el término aborigen, que serían las personas originarias de la tierra en la que nacieron, considero que es la definición más respetuosa que hay, siendo la políticamente más recomendada”, afirma López.
Las palabras se cargan de intenciones y es allí donde se convierten en insultos. Tanto indio como negro, son términos que en su origen gramatical no tienen maldad, pero históricamente sí se ha cargado de intenciones racistas o despectivas.
Como ciudadanos debemos analizar la manera en que hacemos uso del lenguaje y empezar a cambiar esta situación, dando aportes positivos a palabras que en el pasado pudieron ser armas hirientes en bocas mal intencionadas.
ERIKA PULIDO PRADA