Día del árbol: conoce la importancia de esta fecha
día del arbol
La primera vez que se celebró este día en Colombia fue en 1941. Desde entonces se recuerda la importancia de sembrar para contrarrestar los efectos que está dejando el cambio climático.
Cada 29 de abril, celebramos en Colombia el día del árbol, una fecha en la que varias entidades e instituciones ligadas con temas medio ambientales, aprovechan la jornada para hacer siembras masivas en puntos donde el aire necesite ser purificado y se le pueda brindar a las aves un nuevo lugar para habitar.
Esta fecha también se conoce a nivel mundial como el Día Forestal y fue inicialmente una recomendación del Congreso Forestal Mundial llevado a cabo en Roma en 1969, que se aceptó por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO en 1971.
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¿Por qué son importantes los árboles?
Pareciera una pregunta innecesaria pues nadie imaginaría un mundo sin árboles, pero realmente su función en la naturaleza es mucho más compleja de lo que a simple vista se puede ver.
Estos cuerpos naturales compuestos por grandes raíces ancladas a la tierra, que reverdecen en tamaño, según su especie, captan y recargan las fuentes de agua, liberan el oxígeno y capturan el dióxido de carbono, lo que básicamente significa que son los grandes purificadores de aire y de ahí la tragedia que significa la tala indiscriminada de los mismos.
No hay otro organismo que cumpla la función de los árboles, de trabajar como una especie de filtro que entrega un ambiente más sano, más ahora que el mundo está experimentando situaciones bruscas en el medio ambiente, producto del cambio climático.
Según el Ministerio de Ambiente, la siembra de árboles simboliza también la belleza paisajística, la regulación térmica y acústica, la regulación hídrica y la regeneración de hábitat.
Árbol Nacional
Desde 1985, por medio de una ley, se adoptó a la Palma de Cera del Quindío como el árbol nacional de Colombia, en la que además se prohíbe su tala y si alguien llega a hacerlo, puede ser objeto de multas o penas con cárcel.
Aunque la norma que establece la palma de cera como símbolo nacional es relativamente reciente, desde hace años existía un acuerdo de opinión que la reconocía como tal, tanto entre la población general como entre la comunidad científica.
La adopción de la palma de cera como emblema se debió a una propuesta de Armando Dugand, entonces director del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia y reconocido especialista en palmas, quien en julio de 1949 la propuso como tal al comité organizador del Tercer Congreso Suramericano de Botánica.
En 1979 el gobierno nacional, publicó bajo el título de "Los símbolos nacionales" un álbum elaborado por Joaquín Piñeros Corpas, donde se encuentra la explicación del origen del nombre Colombia, la historia de la bandera y la letra del himno nacional, la palma de cera, como árbol nacional, la flor de mayo o Cattleya trianae como flor nacional, y la esmeralda como piedra representativa del país.
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¿Cómo está Colombia en materia de reforestación?
No muy bien, según el análisis que entrega a Canal Institucional el director de Áreas Protegidas y Cambio Climático de la Fundación Ecohabitats, Luis Alfonso Ortega.
Las cifras que entrega, demuestras que la deforestación le está ganando a la posibilidad de generar vida por medio de nuevas siembras.
“Cada vez son más los árboles que se pierden que los que se siembran. Al año 2022, la meta del Gobierno Nacional es tener 180 millones de árboles sembrados, lo que equivale a 200.000 hectáreas. De esto se había logrado hasta 2019 el 13% y es poco frente a la voraz deforestación que se está haciendo”, explica el director.
Agrega que, en 2018, más de 138 mil hectáreas de bosque de la Amazonía desaparecieron y el año pasado desaparecieron 98 mil hectáreas. Las otras regiones del país no se quedan atrás, porque el pacífico perdió 14 mil hectáreas en 2019; la región andina 25 mil hectáreas; la región caribe 12 mil hectáreas y la Orinoquia perdió 8 mil hectáreas.
Concluye que se deben buscas más alternativas complementarias para que el desarrollo rural que no afecte la reforestación, porque, aunque se hacen campañas, no son suficiente para sanar todo lo que se está perdido.
REDACCIÓN CANAL INSTITUCIONAL