Mujer sentada pensativa

Cinco claves para identificar si lo que haces es lo tuyo


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A continuación te damos cinco claves muy sencillas para identificar cuál es tu propósito y si estás siendo realmente feliz con lo que haces. ¡Toma apuntes! 

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Expertos dicen que la primera crisis vocacional aparece entre los 14 y 17 años, pues a esa edad muchos jóvenes están a puertas de salir del colegio y empiezan a realizarse preguntas como: ¿Para qué soy bueno? ¿Qué voy a estudiar? ¿Cuáles son mis talentos?

Y, aunque algunos dan respuesta rápidamente a esos interrogantes, muchos otros se sumergen en una angustia que les nubla la mente y les impide pensar con claridad qué quieren ser y qué les hace realmente feliz.

Otra crisis puede aparecer entre los 30 y 50 años. A esta edad ya se ha esfumado la angustia de la adolescencia, pero aparecen otras dudas que puede ser más complejas de responder: ¿Soy feliz con mi estilo de vida? ¿Soy la persona que siempre soñé ser? ¿Logré todo lo que me propuse alcanzar?   

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Para resolver todos esos interrogantes, en Canal Institucional hablamos con Claudia López Albán, coaching inspirador, experta en transformación personal y consultoría empresarial, quien nos dio algunos métodos que, tanto jóvenes como adultos, pueden poner en práctica si no tienen claro a qué se quieren dedicar.  

No obstante, antes de contarte estas claves y que puedas resolver tus dudas, queremos que aprendas a identificar aquellos signos que te podrían estar diciendo que debes hacer un alto en tu vida y replantearte cómo la estás viviendo:

En las mañanas:

  1. Te cuesta levantarte.

  2. Apagas con frecuencia el despertador.

  3. Te levantas obligado e irritado.  

En el trabajo:

  1. Te sientes cansado y agobiado

  2. Estás pensando en la hora de salida.

  3. Quieres que llegue rápido el viernes.

Claudia López Albán señaló que otro signo de alarma es cuando “haces bien el trabajo que te asignan, pero sabes que no estás poniendo tu talento en eso. Por ejemplo, yo puedo saber de matemáticas, pero puedo no amar las matemáticas”.

No obstante, cuando realmente haces lo que te gusta, los malos días desaparecen. “Puedes tener hoy un mal día, pero mañana te levantas con alegría, dispuesto a desafiar cualquier obstáculo. Mientras que, cuando dudas de tu amor hacia lo que haces, un problema en el trabajo puede llegar a afectar otras áreas de tu vida”.

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“Llegas tan mal a casa que se afectan las relaciones con tus padres, con tu pareja o con tus hijos. Quieres tener un escape, como una forma de desahogo, y aumentan tus niveles de estrés. También puedes manifestar enfermedades”, prosiguió.

Recalca que por eso es tan importante hacerse preguntas difíciles, como las que mencionamos al principio: “¿Soy feliz con la vida que llevo?”, pues estas dudas pueden llevarlo a encontrar respuestas que andaba buscando.

Ahora sí, sin darle más largas, aquí las cinco claves para identificar si lo que haces es lo tuyo:

  1. Sientes pasión por lo que haces: El tiempo se te pasa volando.

  2. Conectas con tus dones y talentos y los pones al servicio de la comunidad.

  3. No te importa cuánto ganas. Te interesa más servir con tu conocimiento, ayudar a alguien.

  4. Elevas tu vida. Te sientes bien con quién eres y eso te lleva a un nivel de satisfacción y de felicidad constante.

  5. Vives en propósito: Conectas la pasión (en lo que soy bueno), la misión (lo que me encanta hacer) y la profesión (por lo que me pagan) para una finalidad.  

“Quien vive en esa mezcla de pasión, misión y profesión tiene un equilibrio, puede decir que vive en propósito. Por eso, lo primero que yo le diría a una persona que está en crisis es ‘¡qué bien que estés es crisis’”.

 “Lo segundo que le recomendaría es que se pregunte qué quiere. Si el dinero no fuera un impedimento, '¿qué harías?'. También le diría que se preguntara en qué es bueno, cuáles son sus dones y talentos”, prosiguió.  

Por último, esta experta en transformación personal sugirió a las personas que están atravesando por una crisis vocacional regresar a la infancia, preguntarse cuáles eran los sueños que tenían de niños y escribir esos recuerdos y anhelos, pues “la infancia nos dice dónde está nuestra energía, y escribir nos da mayor claridad”.

 

REDACCIÓN CANAL INSTITUCIONAL